Introducción
Las recesiones son inevitables, pero perder dinero no tiene por qué serlo. Con las presiones inflacionistas, la inestabilidad geopolítica y el endurecimiento de la política monetaria, muchos expertos advierten de una posible recesión en 2025.
¿La buena noticia? Una recesión no tiene por qué destruir tu patrimonio. De hecho, con la estrategia de inversión adecuada, puede ser una oportunidad para fortalecer tu futuro financiero.
Este artículo describe cómo crear un cartera a prueba de recesión que pueden resistir las crisis del mercado, minimizar las pérdidas e incluso crecer durante las desaceleraciones económicas.
1. Entender qué significa realmente una recesión
Antes de invertir, comprende el entorno. A recesión se define normalmente como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB. Suele incluir:
- Aumento del desempleo
- Caída del gasto de los consumidores
- Mercados bursátiles volátiles
- Menores ganancias corporativas
Las carteras a prueba de recesión no se basan en obtener grandes ganancias, sino en preservar el capital y reducir la volatilidad.
2. Centrarse en los sectores defensivos
Algunos sectores obtienen sistemáticamente mejores resultados que otros durante las recesiones porque prestan servicios esenciales. Entre ellos se incluyen:
- Asistencia sanitaria – la gente sigue necesitando medicación y tratamiento
- Servicios públicos – La electricidad, el agua y el gas siempre son necesarios.
- Productos básicos de consumo – comestibles, artículos para el hogar, productos de higiene
Las mejores opciones (2025):
- Johnson & Johnson (JNJ)
- Procter & Gamble (PG)
- NextEra Energy (NEE)
3. Añade acciones que reparten dividendos
De alta calidad acciones con dividendos proporcionan ingresos estables incluso cuando bajan los precios de las acciones. Busca:
- Bajos índices de reparto de dividendos
- Largo historial de dividendos
- Balances sólidos
REIT (Fideicomisos de inversión inmobiliaria) también son populares entre los inversores que buscan ingresos, especialmente en los sectores logístico, residencial y sanitario.
4. Diversifica con bonos y títulos del Tesoro
Cuando las acciones caen, los bonos tienden a subir en valor, especialmente los bonos del Estado y los bonos corporativos con grado de inversión.
Recomendado:
- Bonos del Tesoro de EE. UU. (especialmente los de corta duración)
- ETF iShares Core U.S. Aggregate Bond (AGG)
- Bonos municipales (fiscalmente eficientes para inversores con altos ingresos)
En 2025, con los tipos de interés aún relativamente altos, inversiones de renta fija a corto plazo vuelven a ser atractivos.
5. Incluye activos alternativos
Los activos no correlacionados ayudan a reducir el riesgo de la cartera:
- Oro – cobertura tradicional contra la volatilidad
- Plata – ofrece valor industrial y valor refugio
- ETF sobre materias primas – petróleo, agricultura, metales
- fondos de infraestructura – resistente a los ciclos económicos
¿Criptomonedas? Solo para una pequeña asignación (menos del 51 % del total de tu cartera) y solo en monedas reguladas y de gran capitalización, como BTC y ETH.
6. Mantén la exposición global
No mantengas tu cartera 100% nacional.
Los mercados emergentes, especialmente en Asia y Latinoamérica, podrían recuperarse más rápidamente tras la recesión gracias a una población más joven y al crecimiento de la demanda.
Utiliza ETF internacionales como:
- Vanguard FTSE All-World ex-US (VEU)
- iShares MSCI Mercados Emergentes (EEM)
7. Mantén efectivo o equivalentes de efectivo
El dinero en efectivo suele subestimarse. Tener 10–20% en efectivo o fondos del mercado monetario te ofrece flexibilidad para:
- Compra activos infravalorados durante las caídas.
- Evita las ventas forzadas
- Duerme mejor durante las caídas del mercado
8. Reequilibra con regularidad
Los mercados cambian rápidamente durante una recesión. Revisa tu cartera:
- Mensualmente durante periodos de alta volatilidad
- Reequilibrar si las asignaciones varían entre ±5 y ±10%.
- No persigas el rendimiento, cíñete a tu estrategia.
Ejemplo de asignación a prueba de recesión (riesgo moderado)
Clase de activo | Asignación |
---|---|
Acciones defensivas | 25% |
Bonos y bonos del Tesoro | 25% |
Acciones con dividendos y REIT | 20% |
Oro y materias primas | 10% |
Exposición internacional | 10% |
Efectivo/Equivalentes de efectivo | 10% |
Conclusión
Una cartera a prueba de recesiones en 2025 no consiste en evitar el riesgo por completo, sino en gestionarlo de forma inteligente.
Al priorizar la estabilidad, los ingresos y la diversificación, puedes proteger tus inversiones y mantenerte en el buen camino independientemente de la situación económica.
Los inversores inteligentes no temen a las recesiones, se preparan para ellas.